En esta versión la señora tuvo mucha suerte - se encontró con un hombre muy temperamental y persistente - ¡se la folló largo y tendido! Y con bastante seguridad - con un condón. Aparentemente al hombre le gustan las mujeres tan delgadas. Pero la señora no tuvo tiempo de mostrar sus habilidades como masajista - ¡ni en el cuerpo de un hombre, ni en su polla! ¿Quizás no es una masajista, sino una señora de guardia?
Es una rubia jugosa la que tienes ahí. Teniendo en cuenta los trastos del negro, no me extraña que las mujeres blancas prefieran a ese tipo de hombre. Si no fuera por el estigma social en nuestro país, la mayoría de las mujeres se irían a África a buscar compañeros.